
La realidad de la endometriosis
Lo que comes importa
La endometriosis es una enfermedad crónica inflamatoria que afecta a 1 de cada 10 personas y, aún así, las opciones de tratamiento son limitadas.
Los síntomas físicos de la endometriosis se pueden manejar, pero no existe una cura de la enfermedad. Con frecuencia, los síntomas de la endometriosis persisten después de la menopausia. Para muchas personas, hay diferentes formas de tratamiento para el manejo de los síntomas de la endometriosis. Los síntomas más comunes de esta enfermedad son el dolor pélvico (que puede ser crónico o cíclico) o la dismenorrea (menstruación dolorosa). Algunas personas padecen dolor durante las relaciones sexuales, al orinar o con los movimientos intestinales.
Las opciones de manejo disponibles pueden ser hormonales, no hormonales y/o quirúrgicas, dependiendo de los síntomas y objetivos de cada persona.
Terapia hormonal Se pueden usar medicamentos que contienen hormonas para tratar los síntomas de la endometriosis. Hay muchos medicamentos diferentes que contienen hormonas, todos igualmente efectivos en el manejo de los síntomas de la endometriosis. Por consiguiente, el tratamiento hormonal debería basarse en el medicamento que sea más seguro, tolerable y rentable para cada persona. Con frecuencia se prescriben y usan los anticonceptivos hormonales ya que no son costosos, son de acceso inmediato (en muchos países) y, por lo general, las personas los toleran bien . El único factor limitante de este método es si la persona está intentando quedar en embarazo. Anticonceptivos hormonales combinados Con frecuencia se prescriben los anticonceptivos hormonales que contienen estrógeno y progestina (tales como los tipos más comunes de píldoras anticonceptivas, y el anillo vaginal y el parche) para las personas que tienen endometriosis. Los anticonceptivos hormonales combinados pueden prevenir o disminuir el dolor de la endometriosis al inhibir la ovulación y el ciclo reproductivo hormonal natural, y al reducir el tejido endometrial, promoviendo la muerte de este tipo de tejido por fuera del útero e impidiendo su proliferación. El uso de los anticonceptivos hormonales detiene el crecimiento y desprendimiento típicos del revestimiento uterino, y los picos y valles de hormonas que causan la proliferación y el crecimiento del tejido endometrial. Este tratamiento puede contribuir a la reducción o prevenir el dolor pélvico, la dismenorrea, o el sangrado menstrual excesivo de la endometriosis.
Los anticonceptivos hormonales combinados se pueden usar para prevenir el dolor de la recurrencia después de la cirugía (la cual, desafortunadamente, no siempre sirve para eliminar el dolor de la endometriosis) . Se pueden recetar anticonceptivos orales de administración cíclica (tomar las píldoras anticonceptivas que incluyen píldoras de placebo o días libres de píldoras para tener un sangrado por deprivación una vez al mes) o continua (tomar píldoras activas todos los días y no tener un sangrado por deprivación mensual). El uso continuo de anticonceptivos hormonales después del tratamiento quirúrgico de la endometriosis puede ser más efectivo para prevenir la recurrencia de dismenorrea y dolor pélvico, al detener el sangrado uterino por completo.
Anticonceptivos de solo progestina Las terapias basadas en anticonceptivos de solo progestina también se usan como opción de tratamiento de la endometriosis. Los tratamientos hormonales de progesterona son especialmente populares, ya que alivian el dolor para 3 de cada 4 personas. Los DIUs de progestina son otra opción de anticonceptivos para ayudar a tratar los síntomas de la endometriosis, entre ellos la dismenorrea, y pueden también contribuir al retroceso de la enfermedad.